La energía solar fotovoltaica es una de las mayores apuestas para sustituir la red convencional por energía limpia en un plazo breve de tiempo. Su uso se ha popularizado en todos los continentes, y está superando con toda expectativa las problemáticas que van surgiendo en este campo. Países como Alemania están promoviendo leyes y normativas locales mediante las cuales obligar a todos los sectores tanto públicos como privados a adoptar medidas que ayuden a proliferar las instalaciones solares y la independencia energética, así como la implantación de la energía limpia.
Uno de los problemas más reconocidos de la energía solar, siempre ha sido el tema del uso del suelo y de las superficies a ocupar por los parques de paneles solares. Pero las iniciativas gubernamentales y empresariales resuelven el tema del impacto, con propuestas variadas. Una de ellas es aprovechar los espacios públicos como los techos de los estacionamientos para generar energía que se aprovecha en las estaciones de carga para vehículos eléctricos, y para verter electricidad a la red.
Los aparcamientos convencionales provocan un nivel de CO2 considerable ya que para su construcción se requieren materiales como el aluminio o el acero procedentes de la minería consumiendo gran cantidad de agua para su extracción. Además, necesitan transporte lo que incrementa el nivel de emisiones siendo una opción poco estética y sostenible por su elevada huella hídrica y de carbono para nuestros días, y encarece los materiales.
Promover los estacionamientos solares puede parecer poca cosa, pero sin duda es un recurso muy eficiente dentro del espectro de las Smartcities. Si una localidad logra cubrir de células fotovoltaicas todos los estacionamientos no solo públicos, sino también de las grandes superficies como estadios deportivos o centros comerciales, así como los techos exteriores de dichas infraestructuras, como mínimo se conseguiría electricidad suficiente para cubrir la demanda de las construcciones y recargar los vehículos de los estacionamientos.
Los e-parking además de proporcionar sombra y proteger los vehículos, fomentan el uso de la energía renovable y son 100% sostenibles. Permiten reducir la superficie de suelo utilizado para la instalación de células fotovoltaicas cumpliendo con diferentes parámetros de responsabilidad social. Muchos de ellos se están fabricando con materiales locales, como por ejemplo la madera, colocando encima en forma de árbol el dosel de hojas que conforman las células solares translúcidas.
Según el último informe del Centro de Competencia para la Conservación de la Naturaleza y la Transición Energética en Alemania, hasta ahora en el país germano solo se ha aprovechado el 12% de del potencial energético ofrecido por placas solares en las superficies de los techos. Para fomentar el aumento del porcentaje algunos estados están instaurando requisitos como que todos los edificios públicos integren elementos BIPV y techos solares, así como los edificios de nueva construcción y ofrecen incentivos para la remodelación de tejados antiguos, planeando extender la enmienda a la renovación de edificios ya existentes.
Las superficies de las infraestructuras son parte del futuro de la sostenibilidad energética de las ciudades contando con buenos diseños, aprovechamiento de espacios y materiales duraderos que garanticen la continuidad del modelo fotovoltaico en los entornos urbanos. Sin una de las mejores alternativas para el problema del espacio.